Cuatro puntos cardinales

Norte. Sur. Este .Oeste.
Cuatro puntos cardinales.
Cuatro esperanzas abiertas
a un mundo más entrañable.
Tres caminos tiene el pueblo.
Tres rayas horizontales.
Tres ideas que se asfixian
donde acaban los eriales.
¡Que falta de otro camino,
tan largo, que sobrepase
ese cerco de distancia,
freno de tantos afanes!
Un camino por donde entren
esos puntos cardinales;
torrentes de frescas aguas
para regar sequedades.
Por donde puedan los hombres
de tan miseros lugares,
salir a buscar cimientos
donde asentar sus hogares.
Su vivir, casi inhumano,
es una duda constante.
Un esperar de zozobra,
una dura interrogante,
de cuya respuesta pende
el comer o pasar hambre.
Faenas de sol a sol,
bajo el sol, hasta quemarse;
para no lograr más bienes
que una choza inhabitable;
y no alcanzar una mano
que le ayude a transformarse.
Una vida que depende
del acaso de un instante.
A la espera de un capricho
de las nubes o del aire.
Por eso la gente sueña,
en el morir de la tarde,
con ese cuarto camino
que le permita acercarse
a otro punto más humano
de los cuatro cardinales.

B.G.R.